sábado, 5 de mayo de 2018

Ready Player One

Si Spielberg se hubiera leído el libro habría sido la hostia.

Con esta película tengo el corazón dividido, pues aunque me divertí viéndola, me duele el libro. Mucho. Visualmente es perfecta, tal y como la habría imaginado, pero más allá de eso, no respeta ni el tono ni el espíritu de la obra original, y se inventa una historia completamente nueva, que no llega a la original ni a la suela de los zapatos. 

Puedo llegar a aceptar, aunque sea un talibán para esto, que las pruebas no sean exactamente iguales que las del libro, pero no que pasen de ser pruebas que solo alguien realmente experto llegaría a resolver a ser cosas que un tonto podría encontrar de casualidad (a la primera llave me remito). Entiendo que haya querido bajar el nivel de frikismo para hacer las referencias más accesibles, pero escuece que se cargue de un plumazo el rol, y la única alusión sea que diga una vez Gygax. Y en general, lo que en el libro es "hay que conocer muy bien a Halliday en la película se convierta en un "vamos a soltar conclusiones a lo loco que acaban acertando porque... patatas".

Y a ver, que pese a mi fundamentalismo hay cambios que puedo aceptar, pero hay dos que me resultaron especialmente dolorosos. Uno es ese efecto "todos vivimos juntos en una ciudad, Columbus, que debe de tener el tamaño de Guriezo, porque está todo cerca y siempre nos encontramos", que rompe con esa sensación de "amigos en la distancia", que tanto se remarca en el libro, o incluso que Shoto y Daito sean amiguetes de Wade desde el princpio (¿cómo?). El otro es ese insulto a la inteligencia que convierte lo que en la novela es un plan intrincado y peligroso en una puñetera casualidad en la que los buenos resuelven la papeleta porque el malo maloso se ha dejado la contraseña en un post-it (¡literal!)

Sí, la película es palomitera, divertida, y a pesar de sus miserias, repleta de referencias de la cultura pop, y al menos ahí aprovecha la ventaja que le da el medio audiovisual, por lo que sigue siendo un producto plenamente disfrutable. Pero es tal el destrozo que hace pensar, no sin cierta añoranza, lo que podría haber sido una verdadera película de Ready Player One.

A su favor hay que decir, sin embargo, que la banda sonora está muy bien. 

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