jueves, 23 de noviembre de 2023

Glasgow: día 1

Aunque en realidad me voy mañana.

Por ir contando las cosas con un poco de orden, y hecha la salvedad ayer con el partido y sus peripecias accesorias, procedo a narrar de forma cronológica el viaje.

El martes un terrible madrugón, necesario para estar a las 6 en el aeropuerto. Paso las puertas de embarque y cuando estoy ya subiendo al avión, me escribe un conocido (Thor), para decirme que me ha visto en la cola. Hablando, resulta que él también va a Glasgow, por un tema de curro, y que el martes va a ir al partido. El mundo es un pañuelo.

Primer avión, bastante cómodo, trasbordo el Amsterdam y segundo vuelo aún más cómodo (KLM, con espacio para las piernas). Al llegar a Glasgow, con la comodidad de compartir taxi, cada uno ya se va para su hotel.

Me registro, tomo posesión de mi habitación y salgo a comer, que ya son horas y hay hambre. Elijo mal el sitio y termino en un supuesto bufet de pizzas, donde la variedad, la calidad y la cantidad brillan por su ausencia (no así el precio, que se iba a las 16 libras). Era tal el desastre, que habiendo probado solo dos porciones, me hago el tonto y me escapo sin pagar. Ando un poco más, y termino en un Subway, donde al menos sabia qué me iba a encontrar.

De ahí subo hasta la Necrópolis, para disfrutar de las vistas. Me paso también por la catedral, que está cerrada, pero veo el pequeño museo que tienen sobre religiones. Y cuando salgo, aunque son las 16:30, ya es noche cerrada, aunque no me apetece encerrarme tan pronto, asi que tiro a andar. Un buena caminata me lleva hasta el Hidden Lane, una zona muy agradable, y al volver paso por una tienda de juegos (la cabra tira al monte), donde estoy un rato charlando con su gerente, Vlad (que como era ruso y no escocés, podía entenderme). Y como la tenia también bar, aprovecho y ceno ahi. Hay que colaborar con estos negocios.

Ya de retirada al hotel, como aún era demasiado pronto para acostarme (estaba que me caía, pero si me acostaba a las 9, veía que a las 5 iba a estar ya como un búho), así que subo un rato a la cafetería del hotel, hago un poco de tiempo y ya me retiro, agotado por el viaje y las caminatas.

No hay comentarios: