No es que vaya en avión, pero me recogen ahí.
Dentro de poco menos de una hora estaré subido a un autobús que me lleva al aeropuerto de Madrid, donde me recogen para ir en coche (a mí y a los que habrán venido de Almería en avión) para ir a San Rafael, rumbo a la cuarta edición de las JO.
En teoría podría haber ido en tren, vía Segovia, pero la conexión de horarios no era muy allá (eran demasiado pronto y demasiado tarde), así que vía capital, con unas horas de autobús para dormitar y repasar los personajes de las partidas. Y cargado como una mula, por cierto.
Pero con ganas.