Manolete, si no sabes torear...
Como autorregalo de cumpleaños he tenido a bien hacerme con una Raspberry 3, que viene a ser un miniordenador, muy útil para, entre otras cosas, hacer de retroconsola y jugar a juegos viejunos. Tiene otros usos, pero ese es el que yo pretendo darle.
Pero dado que para estas lides soy un poco zoquete, ahora es cuando llega la parte difícil y mis primeros morrazos contra la tecnología. Meter tarjeta microSD en ordenador, bien, formatearla, bien, descargar imagen de sistema operativo... ¿bien?
Parece que sí, la descargo de aquí y procedo a escribir en la tarjeta. La meto en la raspberry y nada de nada. ¡Agh! ¡Debería funcionar!
Lo reviso, releo las instrucciones y veo que me he saltado un paso... ¿eh, Jokin, qué tal si antes de hacer eso descomprimes el archivo! ¡Biba y vravo!
A reformatear y copiar otra vez. Luego sigo con esto, sopecho que este juguete me va a regalar un montón de divertidas anécdotas ya antes de empezar a usarlo.
Actualizado: ya he conseguido que funcione. Ahora me tocará pelearme con los ROMs, la configuración...
A reformatear y copiar otra vez. Luego sigo con esto, sopecho que este juguete me va a regalar un montón de divertidas anécdotas ya antes de empezar a usarlo.
Actualizado: ya he conseguido que funcione. Ahora me tocará pelearme con los ROMs, la configuración...
No hay comentarios:
Publicar un comentario