jueves, 8 de febrero de 2018

The Good Place

Danson y Bell, soberbios.

Cuando la anunciaron me llamó la atención entre poco y nada, pero un amigo me la recomendó encarecidamente (concretamente me la vendió como "es una partida de rol de Jokin hecha serie") y la típica tarde tonta que no tenía nada que hacer me dio por echarle un ojo.

Lo que me enccon la gran sorpresa de la temporada; una comedia que tiene sus momentos graciosos, con algunos totalmente chanantes. Pero de la que destaco ese fabuloso guión, con unos giros y retruécanos que me han dejado el culo torcido en más de una ocasión, y que tiene ese efecto "bolsa de pipas" con el que termina un episodio y estoy deseando ver el siguiente. Sin contar con un reparto, encabezado por el magistral Ted Danson que está entre estelar y soberbio, o más. 

¿Y de qué va The Good Place? Mentiría si dijera que lo sé. Y no porque no la entienda, sino porque cada capítulo es una sorpresa en el que no sabes por dónde te van a salir. Pero por hacer una sinopsis, The Good Place (El Lado Bueno) es el sitio al que van las almas de los que en vida han sido buenos. Pero buenos, de los de dedicar su vida a luchar contra la malaria y cosas del pelo. Y es un sitio completamente idílico, en el que todo es maravilloso y de colorines. 

Pero por algún tipo de error administrativo va a parar ahí Elleanor (Kristen Bell), que de buena no tiene un pelo, y su disruptiva presencia es el comienzo del caos. Así empieza una serie que en cada capítulo se supera, y que no tiene complejos a la hora de derribar a patadas sus propias bases, habiendo momentos en los que cada capítulo es una sorpresa y un enorme "¿pero qué serie he estado viendo hasta ahora?". 

Es una serie de la que es complicado hablar sin riesgo de chafar las sorpresas, porque las tiene, y muy gordas. Y, francamente, de lo mejor que he visto en comedia en bastante tiempo, alcanzando niveles de los mejores capítulos de Community. De momento, el descubrimiento del año.

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