sábado, 17 de agosto de 2024

La trampa

Sin escapatoria y sin sentido.

M. Night Shyamalan, también conocido como "el del Sexto Sentido" es un director capaz de lo mejor y de lo peor, y me temo que esta nueva entrega de su filmografía se mete de patas en la segunda categoría.

La protagoniza Cooper, un bombero que lleva a su hija al concierto de Lady Raven (entiendo que un trasunto de Taylor Swift) y resulta que el concierto es una trampa, ya que el FBI lleva tiempo detrás del Cooper, ya que entre otras cosas es un asesino en serie. Así que el FBI, en colaboración con la TIA y los hombres de Paco organiza un dispositivo tan espectacular como inútil y lleno de agujeros (me pregunto qué tenía de malo ir a su casa a detenerlo, pero qué sabré yo de operativos policiales), lo que posibilita que Cooper los vaya toreando de mala manera. Aquí es cuando empiezan los insultos a la inteligencia del espectador, pues la suspensión de la incredulidad se va por el retrete cuando la película empieza a abusar de forma exagerada de los dos recursos más pobres que se pueden utilizar para mostrar lo sumamente inteligente que es un personaje: la flor en el culo que hace que TODO le salga rodado y la estupidez congénita de todas las personas con las que se cruza, que son incapaces de hacer nada bien. Con que uno solo de los policías, uno, hubiera mostrado un comportamiento mínimamente funcional la película habría durado cinco minutos o menos.

Cierto es que desde un punto de vista de montaje, ritmo y fotografía la película está lograda, pero el argumento es tan absurdo que es imposible sentir la tensión que permite transmitir. No mejora el asunto en ese segundo acto, ese en el que Lady Raven toma mayor protagonismo, donde las acciones tomadas por los personajes siguen careciendo de la lógica humana más elemental. Ah, y por supuesto, para mostrarnos lo lista que es Lady Raven, Cooper sufre un derrame y deja de ser el genio del mal para comportarse como un retrasado mental. Y ojo, que tampoco es que ella sea muy lista (querida, ¿tienes un teléfono móvil en la mano y en vez de llamar a la policía te dedicas a hacer tiktoks?).

Tampoco mejora el acto final, que pretende dejar un final abierto y entiendo que una especie de homenaje al Silencio de los Corderos, pero si llega a terminar la película con un payaso saliendo de un pastel no habría quedado menos seria.

No negaré que mi entrada tiene bastante spoiler, pero aquí se me adelantó la productora, encargándose de reventar media película en un trailer, que para más añadidura han repetido hasta la saciedad.

No hay comentarios: