Charlie, Fast Charlie.
Charlie Swift es un veterano asesino a sueldo que lleva una vida tranquila con su gente, sus amigos, sus asesinatos... hasta que un día se tuerce el asunto, pasan cosas y termina enfrentado a la mafia de Nueva Orleans, teniendo que proteger a la viuda de una de sus víctimas y conservar una información que todos buscan.
No será, desde luego, la ganadora del premio a película más original del año, pero es justo reconocer que está bien hecha y funciona. Se maneja bien en su terreno y sabe alternar la acción, el humor y el suspense, mientras nos da personajes interesantes y situaciones que, si bien no dejan de ser muy recurrentes en el género, están bien tiradas.
Poco puedo decir de esta película más allá de que es lo que parece, una pelícua de gangsters, venganza y tiros y que me lo he pasado como un enano. Porque a veces uno busca entretenimiento sin complejos ni complicaciones y eso es exactamente lo que nos trae Fast Charlie. Bien por ella.
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