8 apellidos discapacitados.
Hay películas que parece que van a ser una cosa cutre y de vergüenza ajena, pero cuando se les da una oportunidad resulta que son mucho más inteligentes de lo que parecían y acaban haciendo que uno salga encantado del cine. No es el caso de Cuerpo Escombro, que empieza y acaba siendo la vergonzante cutrez que parecía que iba a ser, que resulta ofensiva de lo mala que es y que cuesta entender cómo alguien le ha podido dar luz verde. Todo mal.
Ya de entrada su premisa es toda una declaración de intenciones. Javi es un ingeniero que no encuentra trabajo porque las empresas solo buscan personas con discapacidad (toma ya, ahora va a ser que la vida es más fácil si eres discapacitado) y decide fingir una para hacerse con un empleo (porque total, los certificados de valoración de discapacidad los regalan con las cápsulas de Nexpresso). En la empresa se enamora de su jefa (la cual literalmente lo acosa) y se ve metido en una situación en la que tiene que fingir una parálisis cerebral para que no se le vaya todo al cuerno.
Argumento mal, actuaciones mal, documentación sobre el tema mal y resolución mal. Es que no se salva nada, ni siquiera el hecho de que esté rodada en Bilbao.
Soy fan del cine cuñao y no me escondo, pero esta es peor aún que la otra película que vi de Curro Velázquez: la ridícula La familia Benetón, que al lado de esta parece El Padrino.
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