lunes, 4 de febrero de 2019

Dragon Ball Super: Broly

En euskera, como es menester.

Solo la nostalgia justifica ir al cine y pagar una entrada por ver esto, pues es un despropósito cuyo aporte es nulo y que consiste meramente en peleas, patadas y ver quién la tiene más gorda tirando kamehames. Lo que cabría esperar de una película de Dragon Ball, vaya. 

No se me entienda mal, la película es una ponzoña, mala incluso hasta para el bajo nivel de exigencia que se le supone, e incluso llega a hacerse aburrida. Pero es que tampoco esperaba otra cosa de ella, por lo que mal haría en decir que me haya decepcionado en absoluto. Me pica que no haya sido un poco más divertida de lo que es, pero sabía dónde me metía.

Y por hablar un poco de la película, pues esto va de que aparece Broly, un verdadero Poochie que sale de la nada y resulta dar más estopa que todos juntos, y para pasar la tarde Freezer lo trae a la tierra para armar un poco de barullo, pero sin que tenga ningún tipo de consecuencia en la historia, quedando a la altura de prescindibilidad de un OVA.

Otro factor negativo es el técnico, con un nivel gráfico muy pobre, muy industrial, lejos del nivel de la serie, y de largo peor que las anteriores, aunque esto creo que se ha convertido en seña de Dragon Ball Super. También abusaba a ratos del CGI cutre, lo que no hace sino acrecentar la idea de que le faltaba mimo por todas partes.

Al menos tiene su encanto que nos muestre un poco cómo era el planeta Vegeta y la cultura de los Saiyan antes de ser aniquilados por Freezer (que nadie espere grandes alardes, eso sí), pero por otra parte resulta sonrojante que habiendo pasado 35 años desde el nacimiento de la serie, se siga cayendo en los mismos clichés sexistas de los que a lo mejor antes no éramos conscientes, pero que ahora cantan demasiado, como reducir a la madre de Goku a mera ama de casa (cuando se supone que era una guerrera poderosa) o la absurda sexualización de Cheelai, personaje que parece haber sido introducido en la saga con el único propósito de enseñar culo y tetas al servicio del fan.

Hubo una cosa que sí me decepcionó, pero eso sí que no es culpa de la película, y es que el doblaje en euskera no era el original de la ETB, ni remotamente parecido, lo que me sacaba por completo de la película. ¿Dónde quedó aquella voz profunda de Joseba Etxebarria dando voz a Son Goku?

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