sábado, 22 de junio de 2019

X-Men: Fénix Oscura

Sansa con superpoderes.

Nueva entrega cinematográfica de los mutantes (cuarta de las "nuevas", séptima si contamos las anteriores) que toca una de las sagas más icónicas del grupo X; la muerte y resurrección de Jean Grey. 

Viendo el desastre que fue la anterior (una decepción de nivel apocalíptico), mis expectativas eran bajas, lo que ha ayudado a que me fuera del cine con una buena sensación, a pesar de que esta también tiene sus puntos flacos.

Me gusta, y creo que está bastante bien llevada, la historia principal, que lleva a querer ver qué pasa y por dónde va a tirar, y tiene un desenlace bastante digno, a pesar de que es un tanto confuso ubicarla antes y/o después de las películas anteriores (¿esto es antes o después de la tercera? ¿es otra línea temporal? ¿si este personaje muere, por qué sale en el futuro?). A veces daba la sensación de que había que verla con un bloc de notas y los guiones de las anteriores a mano.

Pero no es ese su peor punto. Esta película peca, como pasa con otras del género, de confundir "atmósfera oscura" con "escenas de acción que no se entienden". Esas escenas se hacían caóticas y confusas, e incluso a veces los efectos quedaban un poco pobres.

Donde también cojea, y es donde pierde estrepitosamente si intenta medirse con las películas de MCU, es en que no tiene la magia que sí tienen los Avengers y compañía, pues en su afán de ser más oscuras confunden oscuro con soso y no tienen humor ni un espíritu tan de colorines (y no me refiero solo a lo estrictamente fotográfico) y de estar leyendo un épico tebeo de superhéroes que sí tienen las de los estudios Marvel.

Otra forma distinta de hacer las cosas. ¿Peor? Para mí sí.

Lo que sí me gustó fue el cameo sorpresa de Dazzler.

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