sábado, 29 de marzo de 2014

Non-Stop (Sin escalas)

¿Quién es el listillo que ha cogido un vuelo de Ryanair sin leerse las condiciones?

Non-Stop es un thriller escapado de los 90, concretamente del subgénero de los secuestros de avión, que tiene hitos como Con Air, Pasajero 57, Air Force One y Decisión Crítica. Y con esos mismos ojos hay que tomarse Non-Stop, que pese a tener un aparente lavado de cara, con la aplicación de algunas tecnologías modernas, cae para lo bueno y lo malo en muchos de los mismos clichés. 

Pero si se tiene claro el nivel de exigencia a tener, Non-Stop es un entretenido thriller, con una trama forzada pero con un adecuado grado de interés.

El protagonista es un agente de la inteligencia americana que tiene que escoltar un vuelo internacional (cosas de la paranoia americana post-11S) y en vuelo recibe un enigmático Whatsapp (aunque por el color me recordaba más a Telegram) instándole a ingresar 150 millones de dólares en una cuenta, o empieza a morir gente en el avión. Fiel al esquema, las cosas van avanzando desde la incredulidad a la paranoia, pasando por una serie de catastróficas profecías autocumplidas y mi más sentido pésame a la familia del apuntador. Todo para acabar en un final lleno de escenas espectaculares y otro sentido pésame a la familia de las leyes de la física.

Pero eso ya va incluido en la expresión "película noventera", así que si lo que se busca (que es lo que cabe buscar aquí) es entretenimiento palomitero, Non-Stop aprueba el examen.

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