Lost de Mercadona.
Descubro con posterioridad a haberla visto que esta película es básicamente un remake de la no muy conocida serie homónima, sobre una misteriosa isla tropical que hace realidad las fantasías de quienes la visitan, pero las acaba convirtiendo en pesadillas.
Es inevitable acordarse de mi querida Lost (Perdidos), aunque también aúna elementos de The Game (o más recientemente, Westworld) y Wishmaster, por aquello de los deseos que se tuercen, y también a ratos tiene cosas de slasher clásico y cine de acción palomitero, thriller psicológico y comedia de fiestas salvajes y tetas a lo Eurotrip, en un batiburrillo de géneros sin mucho orden ni concierto que trata de jugar a plantear un enigma y sorprender al espectador con un giro de guión impactante, pero fracasa en el intento, pues en su intento de encontrar el giro de tuerca y salir por donde menos se espera, acaba planteando un puzzle en el que las piezas no encajan ni a martillazos y el esfuerzo mental de creer que el refrito tiene sentido resulta excesivo. Tampoco resulta lo suficientemente entretenido como para tomarla como un pasarratos divertido, puesto que algunas de las subtramas en su empeño por tomarse en serio a sí mismas, acaban por dormir a las ovejas.
O sea, la idea bien, unos paisajes muy vistosos, alguna escena entretenida, pero una resolución pobre con actuaciones de telefilme de serie B.
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