¡Y una máquina de algodón de azúcar!
Como tantos otros domingos, procedo a narrar el fin de semana, y procedo a empezar por el viernes, del que destaco el 4º pase de "Extraños en la noche", una partida de rol en vivo a la que le tengo mucho cariño, y que es a buen seguro una de mis creaciones favoritas (junto con Pulp Fiction). Salió muy bien, y me divertí tanto o incluso más que con otras entregas del mismo.
El sábado tocaba socializar, el cumpleaños de Elsa, que fue en su casa, una fiesta de poca gente, pero temática: esta vez la temática eran los sombreros, y todos teníamos que llevar uno. Pero lo que verdaderamente protagonizó la fiesta, además de la perrita Lilly (no soy muy de perros, pero esta bicha era puro amor) fue la Wii, con juegos de cantar y bailar, e incluso me atreví a hacer un poco el vaina con la alfombra. Luego la música dio paso a los minijuegos, y ahí estuvimos hasta que el cansancio nos aconsejó retirarnos a casa.
Y hoy domingo, tomando algo y chafardeando con unos amigos por Pozas, un plan bien tranquilito.
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