Tequila sin alcohol.
Ayer por la noche tocaba socializar, así que quedamos con unos amigos (que atienden al nombre de Josu y Oihane) para cenar, y de entre las opciones que barajamos (lo que viene siendo decidir a última hora), acabamos escogiendo la de hacer la cena en casa, cocinando en alegre compañía, y nos dio por hacer comida mexicana: tacos y guacamole.
El guacamole, de receta sencilla pero algo laborioso, en cuanto hay que estar un buen rato machacando el tomate, la cebolla, el aguacate y el cilantro (más un poco de ajo y el limón que va después, y con esto ya he puesto la receta del guacamole), para que coja algo de forma. Los tacos eran más sencillos; un plato con carne, otros para la verdura (hay gente rara que mezcla verdura con la comida, nunca terminaré de entenderlo) y otro para el queso. Gran cantidad, buena cena y buena compañía. Y para beber, pues por si no se ve en la foto, gusanos de gominola para emular el mezcal.
Por lo demás, agradable charleta sobre lo humano, lo divino* y lo friki.
* La parte de "lo divino" incluye tanto hablar de religión, como hablar de la filmografía de Hugo Weaving.
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