lunes, 15 de septiembre de 2014

Salsa arrabiata

Así queda. 

Ayer me apetecía preparar algo especial para comer, así que tomé al asalto la cocina y me puse a perpetrar la receta que había encontrado aquí para hacer salsa arrabiata (creo que literalmente "enfadada"), que es, como puede deducirse, es picante.

Lo primero era comprar ingredientes, así que me fui (el día antes, que un domingo mal) al súper con la lista de la compra:
* 300 g de tomates maduros
* 1 cebolla
* 2 dientes de ajo
* 1-2 guindillas
* aceite de oliva
* albahaca
* sal
* aceite de oliva
¿Ah, que esto se come?

El siguiente paso era ponerme a pelar y trocear cebolla y tomates para sofreírlos (tirarlos tal cuál a la sartén, sería mala idea). Primero iba la cebolla, cortada lo más fino posible y mezclado el ajo (esto lo compré ya troceado), para al de un rato echar el tomate (lo de cortarlos en cubitos parecía más fácil, se acabó haciendo una pasta) y las guindillas.

 ¿De verdad que de esto sale una salsa?

Ahí le estuve dando un rato, en una cazuelilla con poco aceite (me confieso ignorante, hasta ayer desconocía la diferencia entre freír y sofreír) y me temo que demasiada temperatura, lo que puede ser causante de que no se pareciera a la foto de la web.
También tuve que comprarlo el sábado, que el otro que tenía no tiraba bien. 

Y después de estarle dando un poco con el pasapurés, ya iba cogiendo más pinta de salsa. Faltaba un último toque:
Un buen rato con esto, y por fin tenemos una salsa. 

Resultado: picante, y con productos naturales. Ninguna cocina fue dañada durante el proceso.

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