Rico combinado de naranja, mango y vodka.
Hacía ya tiempo que no cerraba el fin de semana narrando el fin de semana, así que allá voy, que se me echa el domingo encima. Y como suele ser, empiezo con el viernes, que tuvo gimnasio y cine (It), como cosas más reseñables.
El sábado me levanté pronto por la mañana para terminar de trabajar en un proyecto en el que he estado enfrascado las últimas semanas, pero sobre el que aún no puedo dar más información, y por la tarde una de rol, pues retomábamos la campaña de Warhammer: El enemigo interior.
Luego cena y fiesta. Primero al bar sin nombre al que llamamos "El Antro", luego unos cubatas en el Rasputín, y por último, fiesta y bailoteo noventero en el DeLorean. A eso de las 3:30, y bajo una torrencial lluvia, me retiré a casa.
Hoy la actividad fuerte del día ha sido estornudar y reptar bajo la manta en el sofá, matando el rato entre la película "Salto al peligro" (sí, la de Wesley Snipes) y el España-Turquía del Eurobasket. Pero también me he animado a acercarme a la lonja y jugar al Munchkin (¡yo traje este juego a Euskadi), al "¿Alguien conoce este juego?" y a "Grande y peludo".
Luego he hecho un intento de dar una vuelta con mi señora novia, pero andábamos ambos medio vegetales por el resfriado, así que la retirada ha sido pronta.
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