Resident Evil: Extinción cierra la saga del popular videojuego de zombis, que en Japón recibe el nombre de Bio-Hazard, y aunque la película es entretenida (pero bastante cutre) bien podría haber cogido el nombre de cualquier otro videojuego, porque el parecido con Resident Evil es mínimo.
Efectivamente, salen 2 personajes de los videojuegos, como son Carlos Oliveira y Claire Redfield, pero perfectamente podrían haberse llamado Anselmo Pérez y Gundemara Pí, puesto que sus similitudes acaban ahí. No me gustó la selección de Ali Larter (conocida por ser Nikki Sanders en Heroes) para Claire, no pega.
Tiene también su guasa ver que sale el infame Albert Wesker, un personaje de la saga que ya estaba tardando en salir, aunque uno no puede evitar pensar en la palabra “patada” cuando descubre que es… ¡presidente de Umbrella!
Por lo demás, la película no pasa de ser una ristra de golpes, disparos, acrobacias y zombis merendando meninges, repleta de sinsentidos, incoherencias y absurdos, en un cóctel que horrorizará a muchos, pero no por el horror de la película sino por el horror de película que resulta ser. (El hecho de que me divirtiera viéndola no obsta para que sea un truño)
Y ahora voy a proceder a reventar la película, por lo que recomiendo a quienes no la hayan visto, en primer lugar que no lo hagan, pero si siguen en sus trece, al menos que no sigan leyendo.
Ojo, spoilers.
La premisa es un futuro post-apocalíptico en el que la explosión zombi de la 2ª parte ha acabado con casi toda la población mundial y ha acelerado el cambio climático, hasta el punto de dejar los Estados Unidos como el desierto del Sahara, aunque vemos que Umbrella sigue haciendo de las suyas, y esta vez se está dedicando a crear y matar clones de Alice (la protagonista de las anteriores entregas) al más puro estilo Rasca y Pica.
Más tarde vemos a la Alice de verdad, dandose un paseo por su moto, y siguiendo los clichés del género va a parar a una granja de paletos endógamos que la capturan e intentan divertirse a su costa, pero no son conscientes de que Milla Jovovich es la versión femenina de Chuck Norris, así que al de un par de asaltos acaban muriendo de forma horrible.
Luego se nos presenta al resto de los personajes, un convoy de supervivientes capitaneados por una señorita que se llama Claire Redfield, y cuyo nombre coincide con la protagonista de 2 de las entregas de la saga, y en ese convoy viajan unos cuántos estereotipos de gente que se sabe desde el primer momento que van a morir: chica negra guapa y su novio, negro bocazas y un señor con gorro de vaquero (¡Alguien debería explicarle que en una película de terror ponerse un gorro de vaquero es tan seguro como ponerse un cinturón de granadas sin anilla!)
Paralelamente Alice se dedica a seguir al grupo y a investigar por su cuenta, y en una gasolinera perdida descubre un libro que dice que hay una zona sin infectados en Alaska, y también se nos muestra que esto no es Resident Evil, es Ultravioleta, porque Alice tiene poderes, es capaz de crear campos antigravitatorios hasta cuando duerme.
Para rellenar metraje, y sin que resulte muy sorprendente, sufre un par de ataques, en uno el negro chistoso recibe una mordedura de zombi, pero como buen metajugador de rol, decide guardarse la información para sí y callar como una perra. En el segundo ataque, una bandada de cuervos, no exentos de mala uva, se lleva por delante a medio convoy, y solo la oportuna intervención de Alice, que pasaba por ahí, evita que el guaperas y la niña se quemen con el lanzallamas de posición (son como los mojones kilométricos, hay uno cada cierta distancia)
Alice, una vez presentada, se hace amiguita de los supervivientes y se une a ellos, o mejor dicho, ellos se le unen, para buscar el paraíso perdido de Alaska. (Total, de Nevada a Alaska no se tarda mucho) y deciden que su siguiente parada sean Las Vegas.
Mientras tanto, los malos hacen sus cosas. El científico loco de turno, el Dr. Isaacs, ha encontrado una fórmula para transformar zombis en orcos y poderlos domesticar, volviendose pacíficos… por pocos minutos, ya que luego se meriendan a un par de científicos.
Los buenos van a Las Vegas y allí se encuentran con una máquina expendedora de zombis (literal) que hace unos cuántos estragos entre ellos, y mueren los estereotipos, como el tipo del sombrero de cowboy y el negro que había sido mordido, que sorprendentemente ataca a sus compañeros porque se ha convertido en… ¡pitufo!
Alice, que para algo es como Chuck Norris pero en mujer (y por tanto con más intuición) se percata de que todo esto es una trampa de Umbrella y que están en una tienda de campaña cercana, y cuando se le acaban los zombis a los que matar, corre contra ellos y tras matar unos pocos deja que los demás se vayan en helicóptero. Y decide ir a por ese helicóptero.
En la base de Umbrella, el presidente Wesker ordena “destituir” al profesor Isaacs, por medio de un tiro en la jeta, pero antes hay que decir que en uno de sus experimentos el científico resulta mordido por un zombi, y se mete una sobredosis de antivirus, con lo que al recibir el balazo de un sicario de Wesker, resucita convertido en tyrant y extermina al complejo.
Llega la escena climática. El helicóptero se encuentra dentro del recinto vallado y rodeado por zombis (eso sí, sin vigilancia, no sea que alguien se cuele y no pueda robarlo) y Carlos confiesa que ha sido mordido, y se ofrece para sacrificarse heroicamente, con lo que el plan es que Carlos carga contra los zombis con el camión, lo hace explotar y los demás aprovechan para entrar y subir al helicóptero.
Así sucede, y la muerte de Carlos resulta ser un claro mensaje antitabaco, ya que lo último que hace antes de morir es fumarse un cigarro. ¿Lo mata la explosión? No ¿Lo matan los zombis que se lanzan sobre él? No. Lo que mata a Carlos es el tabaco.
Aprovechando la confusión, los supervivientes de los supervivientes se cuelan en la base y esquivando zombis corren hacia el helicóptero. Aquí se me plantea una duda. ¿Por qué son tan subnormales de ir todos a por el helicóptero, niños pequeños incluidos? ¿No sería más lógico que fueran a por el helicóptero un par de personas y luego con éste, que para algo es un vehículo, fueran a buscar a los demás? ¿Mejor exponerse a una masacre?
Pero bueno, los designios de Alice son inescrutables, y por ello nadie le dice nada cuando en lugar de subirse al helicóptero decide quedarse en la base “aún hay cosas a las que no hematado”.
En la base se encuentra con los restos y muchas señales de lucha, y con la niña robot que es la IA que controla el complejo, que le notifica la que se ha montado aquí dentro, palabras que se ven corroboradas por el Dr. Isaacs, convertido en un burribestia de 2 metros de eslora, que se pone a agredir a Alice, demostrando que además de fuerte e inmortal es inteligente…
O no. Comienza la lucha épica, que viene a durar unos 3 minutos, ya que Isaacs cae de forma ridícula, al más puro estilo del Coyote, en una trampa que él mismo había programado, en una muerte ala altura de Boba Fett o del padre de Freezer.
Y la última escena nos muestra al Consejo Ejecutivo de Umbrella reunido en las catacumbas de Tokio, con una transmisión entrante de Alice, que viene a decir: me he clonado cientos de veces y ahora voy a por vosotros. Se va a cagar la culebra. Y se ve a docenas de Alices, justo antes de los salvadores títulos de crédito.
2 comentarios:
Nooooo, a Carlos nole mata el tabaco, le mata un PORRO!!!!
Pasate por mi blog por si quieres ver la critica que le hice yo. La tuya ladeja mal, la mia la deja como el puto cagarro mal parido que es.
Dios que rabia haber pagado por verla.
la verdad que las peliculas de re son muy entretenidas ,ademas no me parece necesario que sean iguales los personajes del videogame a los de la pelicula ya que las historias son diferentes (en el juego umbrella practicamente desaparecio y en la pelicula lo que desaparecio fue la raza humana je).Bueno respeto su opinion y espero que hagan lo mismo con la mia pero es una de las mejores peliculas que vi entre tantos bodrios que hay.saludos
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