sábado, 20 de febrero de 2016

Deadpool

Venid a verme u os mato.

Debo empezar diciendo que no soy nada fan de los cómics de Deadpool, y que de hecho es un personaje que no me gusta nada. Tal vez por eso tiene tanto mérito que la película me haya gustado, pues es tremendamente divertida.

Deadpool es, ante todo, una gamberrada de principio a fin en la que la cuarta pared es un adorno y sabemos desde el principio que el protagonista va a ganar, por lo que lo interesante es saber cómo, así que no se pierde en laberintos argumentales (la trama es más sencilla que un botijo) y se limita a buscar eso que tan bien hace Marvel: ser una película divertida.

Irreverente, ultraviolenta y llena de palabrotas con un montón de referencias culturales y autoparódicas, repleta de tiros y chistes pero encontrando muy bien el equilibrio, pues no llega a ser tampoco cargante. La música también mola, por cierto.

Es exactamente lo que parece y eso siempre es bueno. Una macarrada para reír en la que, por sacarle alguna pega, me habría gustado ver a Coloso (mi X-Man favorito de siempre) en su forma no metálica, que es la que usa para andar por casa, pero la verdad es que todo se le puede perdonar a una película que se ríe de todo, hasta de sus propios defectos, y con bastante gracia.

Pues eso, que la veáis. Y por supuesto ved los créditos, que tiene escena, aunque no creo que haya falta explicarlo a estas alturas.

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