jueves, 9 de febrero de 2017

Múltiple

En inglés, Split, como la ciudad croata.

Michael Night Shyamalan (no confundir con el conductor del coche fantástico) lo petó a finales de siglo con el Sexto Sentido, y se convirtió en uno de los directores más cotizados, convirtiéndose además sus películas en sinónimo de giro sorpresa de guión. Pero también fue un director que claramente fue de más a menos, con películas que eran cada una peor que la anterior (yo en El Incidente ya me planté, y parece que supe parar a tiempo), pero esta vez me he animado a darle una oportunidad.

Al no esperar demasiado de ella, tampoco es que tuviera las expectativas demasiado altas, y aunque la premisa podía sonar un poco pretenciosa, sabía que no me iba a decepcionar. Y así ha sido, no es una gran película, pero tampoco horroriza, y se deja ver. Está aceptablemente bien hecha, y como vive de las rentas de las obras pasadas del director, mantiene al espectador pendiente de lo que pasa, intentando descubrir cuál será la sorpresa final, e incluso a ratos consigue engañar y hacer creer que va a ir de otra cosa*. Aunque también hay que decir que a ratos hace un poco trampas**.

Bueno, pero de qué va, al menos en teoría esta película. Va de que un tal Kevin (aunque esto hay que matizarlo mucho) está como las maracas de Machín, y un sábado por la tarde, que se aburre, se va al centro comercial a secuestrar a tres adolescentes, para poderlas encerrar en un zulo y traumatizarlas a su manera. O mejor dicho, traumatizarlas a sus 23 maneras distintas, pues el muchacho tiene nada menos que 23 personalidades distintas, y una 24ª que amenaza con aparecer. En este sentido, hay que aplaudir el trabajo de James McAvoy, que tiene que dar vida a unos cuántos registros diferentes, y aunque no forme parte de la película per se, aplaudo al doblador Juan Antonio Soler, por idéntico motivo.

Una curiosidad es que de una forma muy curiosa conecta con otra de las películas del director, con un sorprendente cameo que a la postre resulta ser lo mejor de la película. Por contra, aunque no negaré que resulta agradable a la vista, las excusas para que las chicas tengan menos ropa a medida que avanza la película resultaban muy forzadas y francamente innecesarias. Que sí, que la prota es muy mona, pero la historia no se hubiera resentido en absoluto si no fuera perdiendo prendas a medida que avanza la película, cual si de un strip-thriller se tratara.

Ahora, a modo de spoiler:

* Creo que juega bien a hacer creer que la sorpresa va a ser que la 24ª prsonalidad en realidad es la psicóloga, que solo existe en su cabeza, lo que habría sido un guiño Shyamalan style, pero también muy previsible, de manera que estuve un rato pensando "oh, vaya, qué previsible, se ve venir... ah, pues no".

** ¿A santo de qué viene que cuando el malo gasea a las chicas en el coche primero pase olímpicamente de Casey? Da la impresión de que va a tener relación con las pajas mentales de Kevin/Dennis/Bernarda´s Cunt, pero luego es un enorme porque sí.

*** El guiño final es a la película "El protegido" (Unbreakable), dejando manifiesto que ambas películas se desarrollan en el mismo mundo y, ¿quién sabe? a una especie de Shyamalaverso, abriendo la posibilidad de una secuela-crossover, en la que David Dunn tenga que enfrentarse a la Bestia. O a saber. 

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