El cartel me entró por los ojillos.
Londres, años 50. La ratonera de Agatha Christie es la obra más importante y exitosa de la escena teatral, tanto que hasta se está pensando en llevarla al cine, pero todo se interrumpe cuando un misterioso asesinato acaba con la vida de unos implicados y Scotland Yard asigna el caso a Stoppard, un detective cínico e indisciplinado y Stalker, una novata pro entusiasta agente de policía.
La película es un divertidísimo homenaje a Agatha Christie, y con un ritmo ágil, a ratos trepidante, nos va replicando muchos de los clichés de su obra, en una historia repleta de personajes interesantes y repletos de carisma, que se pasa en un suspiro y se hace de lo más entretenida. Una joyita dentro de las comedias de suspense, que recordará a ratos a la también genial Puñales por la espalda.
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