jueves, 6 de julio de 2023

Vacaciones de verano

Sí, da lo que promete.

Este subgénero de la comedia al que bauticé como "cine cuñao" se ha convertido desde hace tiempo en la zona de confort de Santiago Segura y su círculo, un espacio en el que se encuentra a gusto y cómodo, donde no importa lo gastada que esté la fórmula, la sigue empleando. Películas familiares, llenas de actores amigos (casi siempre los mismos, incluyendo los niños), humor que tiene momentos ingeniosos y otros de vergüenza ajena, personajes caricaturizados al extremo (Harlem y Segura, en particular, que ya se han instalado cómodamente en su rol) y normalmente momentos entrañables, con algún girito de guion más o menos bien traido, todo ello para desembocar en un final buenrollista, que intenta dejarnos con un sabor de boca.

Y reconozco que para mí también se ha convertido en una suerte de zona de confort, un guilty pleasure que no me duelen prendas por reconocer que me agrada, y tienen lo bueno de que sabes lo que te van a ofrecer y no te mienten.

Aquí Segura y Harlem son una pareja de amigos divorciados que tras perder su trabajo tienen que irse de animadores infantiles a un resort de lujo, y se tienen que llevar con ellos a sus hijos, pero sin que se sepa que están ahí, lo que generará todo tipo de enredos y malos entendidos. A partir de esa premisa, lo que cabe esperar de ella, para bien y para mal. No ofrece nada nuevo, así que solo la puedo recomendar a los que, como yo, son amantes de este "cine cuñao". 

No hay comentarios: