Ricas y esta vez hasta bonitas.
No voy a decir que sea mi pasión, pero sí que de vez en cuándo me divierte hacer galletas, y además me precio de que me salen bastante ricas. Debo añadir también que me gusta hacer experimentos, mezclar ingredientes y jugar a ver qué sale.
Esta vez teníamos:
-200 gramos de helado de vainilla
-125 gramos de mantequilla sin sal
-100 gramos de azúcar glas
-1 huevo (solo la yema)
-250 gramos de harina de repostería
-1 pizca de sal
-1 cucharadita de bicarbonato
-Una bolsa de chispas de chocolate
Para ello derretí la mantequilla (se me fue un poco de las manos y básicamente era un charco de aceite) y mezclé con el azúcar, batiendo bien. Batí la yema de huevo y añadí el helado, ya derritiéndose un poco. Removí y a la masa le añadí a poquitos la harina (que previamente había mezclado con la sal y el bicarbonato). Un buen rato de dar con la varilla hasta hacer una masa grumosa, más o menos homogénea. Vacié la bolsa de chispas y seguí mezclando.
Eso a la nevera uns horas (aunque con una habría valido) y al sacarlo a hacer pelotillas, más o menos del tamaño de una bola de golf, un poco más y al horno, que previamente había precalentado un rato a 180º.
Las galletas horneándose durante 15-20 minutos (hasta que cogieron color galleta), enfriar y ale-hop. Una bandeja llena de fantasía de sabor.
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