lunes, 12 de marzo de 2012

Debutando en el escenario

Uno de los ocho botinez.

Llegó el día. Ayer. Mi estreno como actor de teatro, con la breve (pues ninguna obra es pequeña) "Blancanievez y loz ocho botinez", una sátira sobre la corrupción política, apoyada en el célebre cuento, en la que yo era "Denario", un alegre gastador compulsivo.

La experiencia tuvo sus claroscuros. Actuar en sí, que se me pasó volando (también porque la obra duraba diez minutos y yo apenas decía un par de frases) pero la espera fue un tanto tediosa, ya que ayer era el día en el que todos los grupos de Muzzik, tanto de teatro como de música, actuaban, y nosotros éramos casi los últimos. Así, desde que llegué al Antzoki a eso de las 17.45 hasta que por fin nos tocó actuar, pasadas las 21:30, se hizo un poco largo. Además, la pena es que mucha gente se había ido yendo, y sí que había unos cuántos asientos vacíos. Pero se ha de actuar para los que están, y no para los que se han ido, claro.

Lo importante es que no padecí el miedo escénico, ni me trabé con las frases (teniendo dos, habría sido pamatarme), y fue una experiencia de lo más divertida, que sirve sobre todo para abrir boca y dejar con ganas de más, pensando en la representación de junio.

Añado que físicamente, acabé reventado.

1 comentario:

Mikelats dijo...

Y el gustillo ese justo antes de salir y la euforia al acabar? Eso es lo mejor de todo, desde mi tambien breve experiencia.