Wagner Moura en el papel de Pablo Escobar.
Creada por Netflix, Narcos es una fabulosa serie que cuenta el ascenso al poder y caída de uno de los criminales más famosos (o infames) del mundo, el narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria, que llegó a ser el hombre más poderoso de Colombia (poniendo en jaque al Gobierno de su país) y uno de los más ricos del mundo, gracias a su imperio de la droga.
Contada desde el punto de vista del propio Escobar (muy bien llevado por el brasileño Wagner Moura) y del agente de la DEA Steven Murphy (Boyd Holbrook), magistralmente escudado por su compañero Javier Peña (Pedro Pascal), Narcos es una serie apasionante y de muy buena factura, ideal para los aficionados al género del crimen organizado. Y el aliciente de estar basado en hechos reales, hasta el punto de que no solo Escobar existió en la realidad, sino que también son reales Murphy y Peña (que trabajaron como asesores para la serie), y muchos más que aparecen en la serie.
Sí me descolocó un poco que no cerraran la temporada con el final de la historia de Escobar (quien no quiera spoilers, que no lea su biografía ni los periódicos de la época), pero queda un final muy abierto, por lo que habrá que esperar, y con ganas, a la segunda temporada.
Sin lugar a dudas, una de las mejores series del año (la mejor que he visto en lo que va de 2016, eso fijo) y un buen argumento que justifica la suscripción a Netflix. Aunque he de decir que a veces costaba seguir las conversaciones cuando hablan con el acento colombiano muy cerrado, pero para los que tengan miedo a ver las cosas en VO, puedo recomendar que se animen con esta serie, en la que más de dos tercios de los diálogos son en español.
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