Cuando Pokemon Go se vuelve muy mainstream.
Si esta película fuera vasca se habría llamado, sin duda, "¿A que no hay huevos?", pues eso es un poco de lo que va.
Nerve es un siniestro juego online en el que se puede ser observador o jugador, donde los observadores pagan por monitorizar a los jugadores, a los que se va ofreciendo desafíos con los que pueden ganar dinero si los cumplen en el tiempo establecido, y que empiezan con cosas sencillas y van avanzando a retos con un claro peligro de muerte, mientras van encerrando a los jugadores en una espiral de riesgo y adrenalina de la que ya no pueden salir, obligando a que la única huida posible sea hacia adelante.
De ahí sale un thriller bastante majo con algunas escenas de tensión bien logradas, en el que hace falta desconectar un poco la suspensión de incredulidad, especialmente con el desenlace un tanto forzado. Aunque es cierto que si jugamos a creernos lo que nos cuenta es disfrutable sin que rechine del todo, porque como uno se ponga a analizar la cosa con ojo crítico, la propia premisa se estrella en cuanto uno se plantea cómo es posible que sea tan secreto algo tan en boca de todos.
Pero esto no pretende ser un documental sobre las redes y las nuevas tecnologías, sino un episodio de Black Mirror con adolescentes, y en ese sentido cumple bien la papeleta. Entretiene, ayuda a mantener el interés, y aunque se me acuse de frívolo, no puedo sino hacer mención a la escandalosa belleza de Emma Roberts que, por qué negarlo, alegra la vista durante toda la película. Y otra cosa que me gustó, como detalle, los títulos de crédito del final, que me parecieron originales.
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