lunes, 31 de julio de 2017

Testeando "7 años y un día"

El cartel de la película retocado para la partida.

Cuando vi la soberbia película "7 años" de Netflix, lo primero que pensé es "esto es una partida de rol en vivo", y me puse a darle vueltas sobre cómo hacerlo. Y el tema no era buscar la forma simple, pues casi se hace solo, ya que la situación que plantea da mucho juego (4 socios de una empresa deben decidir quién de ellos va a la cárcel para evitar ir todos), sino que quería darle alguna vuelta adicional, pero no en lo argumental (meter alienígenas, viajes en el tiempo o cosas así ya está muy visto), sino en lo narrativo.

Así que se me ocurrió una forma de que las tramas de los personajes y sus relaciones se fueran formando dinámicamente durante la partida, explorando algunas técnicas de la escuela más nórdica del rol en vivo y añadiendo algunas de mi cosecha, que no sabía cómo iban a resultar, y por eso quería hacer un pase previo, antes de lanzar a jornadas. Y la verdad es que el experimento, que bien podría haber sido un absoluto desastre, ha funcionado bastante bien, y aunque debo pulir un par de detalles, la cosa tiene forma. La idea, que yo sepa, es bastante original (no el hacer un vivo sobre esto, sino la forma de desarrollar las tramas), y se consigue una partida en la que es imposible que haya dos pases iguales, y que debería incluso ser rejugable. Veremos a ver en las TdN qué tal se me porta.

Es imprescindible, claro, y hoy he tenido el lujo de contar con ello, tener jugadores proactivos, y sobre todo que tengan muy claro el concepto del "play to lose", en el que esto no va de conseguir unos objetivos y resolver una trama, sino de ir creando una historia, usando cada jugador las herramientas que tenga... para putear a su propio personaje.

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