El cartel
No poder salir de casa no implica no poder ir a jornadas, no si son virtuales. Y eso son las NetCon, unas jornadas de rol online que llevan varios años celebrándose por estas fechas y que este año intuyo que habrán tenido, por motivos evidentes, más afluencia de público que nunca.
Obviamente carecen del elemento para mi fundamental de las jornadas, que es el estar con la gente, y por eso nunca reemplazarían a unas jornadas presenciales, pero es una buena manera de que quien no pueda (o no le apetezca) hacerse varios kilómetros, pueda tener sus horas de roleo.
Cuando salieron las partidas no me quise liar a apuntarme a cosas, que luego da pereza, pero sí mi idea ha sido la de irme metiendo de vez en cuándo para ver qué hay, si si coincide que hay algo con plazas libres que me llame, pues ahí que voy. Así, ayer me apunté a la partida que he jugado hoy, El carterista y la corista, una sórdida historia de gangsters en el Chicago de Capone, donde hemos sido unos sicarios con bastante mala baba.
Así que, bueno, no ha habido Omicron este año, pero ya puedo decir que he estado en jornadas de rol en Semana Santa.
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