鳥山明先生、心から感謝と敬意を捧げます。安らかにお眠りください
Hoy amanecía con la triste noticia del fallecimiento, a los 68 años, de uno de los autores de manga más influyentes y populares, al menos en Occidente, y por la parte que me toca el que más ha significado para mí. El autor más conocido por Dragon Ball (aunque también es responsable de maravillas como Dr. Slump, Dragon Quest o Chrono trigger), Akira Toriyama.
No soy yo especialmente fan del cómic japonés, y dejé de consumirlo cuando se empezó a editar en España en el sentido oriental de lectura, pero entre las colecciones que sí tengo, y a la que guardo muchísimo cariño, está la de Dragon Ball, con su serie blanca y su serie roja, que empecé ambas cuando estaba en el instituto. Pero no empezó ahí mi admiración por Toriyama, pues para entonces ya era un fan de la serie de animación, que es sin duda un icono para cualquiera que creciera en los 80.
Se lleva consigo un cachito de mi infancia, pero nos deja un legado que nunca podremos olvidar y un estilo inconfundible. Y, aunque puede que él jamás lo supiera, ayudó a mucha gente de mi generación a interesarse por el euskera, idioma en el que se emitía su serie en la ETB.
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