Por ello el Jungle Speed no fue conocido hasta un feliz día del siglo XX en el que Tom & Yako inventaron las cartas del juego.
Esa es la introducción "histórica" que contienen las instrucciones de este juego, editado en España por Cromola, un juego con un reglamento sencillísimo pero al que es complejo terminar de coger el truco, un juego de percepción, reflejos, coordinación ojo-mano, y según cómo se juegue, algo de mala leche.
Las reglas son simples: cada jugador va sacando una carta y el momento en el que la forma de dos cartas coinciden, ambos se tienen que lanzar a por el totem, y el que gane el duelo le da sus cartas al siguiente, lo cual, siendo el objetivo del juego quedarse sin cartas, es malo para el perdedor. Obvio es decir que quien mete la mano cuando no debe y coge el palito sin que le toque también tiene su penalización. En este caso, se lleva todas las cartas de la mesa.
La complicación del juego viene dada por las formas y colores de las cartas, que son bastante parecidas entre sí, y al principio puede haber confusiones, y a eso hay que añadir las cartas especiales, que le dan su enjundia:
EL QUE LO PILLE PA´ ÉL: Como su nombre indica, todos se lanzan a por el tótem (si se atreven) y el que lo coja se libra de sus cartas.
El juego tiene varias formas de jugarse. La estándar dice que en caso de duelo se mira quién tiene mejor agarrado el tótem (cuántos dedos tiene tocando el tótem, quién lo tiene agarrado de más abajo...) Aunque los jugadores de verdad preferimos la modalidad "Valetudo" donde el último en tener agarrado el palitroque es el vencedor del duelo, con lo que tirones, mordiscos y luxaciones son totalmente legales, aunque para practicar esta modalidad es preciso haberlo acordado antes, no sea que la cosa acabe en juicio. Además, hay verdaderos artistas de lesionar al prójimo contra quienes supone un riesgo jugar. No obstante, nada impide jugarlo de forma más civilizada (¡nenazas!) y cuando se juega contra novatos suele estar bien ir un poco más despacio, porque si no se quedan a verlas venir.
Posibles consecuencias de emocionarse demasiado al ir a por el palito
Y tras un par de partidas se comprueba que no somos tan diferentes de los indios abulúes.
3 comentarios:
Eh! No soy tan mala! Ni un riesgo!!
Esque no sois lo sufcientemente rápidos para apartaros de mis garras xD
Muy bien explicado, la foto refleja la cruda realidad -_-
Como bien dice el refrán, si no hay sangre no es jungle...
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