No, esta entrada no es ningún alegato político. Es simplemente para comunicar que ayer hice efectivo el traslado a mi nueva casa, donde dormí por primera vez, dando por finalizada la "Operación Nido Vacío", por fin me emancipo, con 29 años, una edad que está por debajo de la media en Euskadi, que me suena que es de 34 años (que francamente, me parece un dato bastante exagerado, a tenor de la edad a la que se emancipa la gente que conozco)
Ahora un cúmulo de sensaciones extrañas me invaden. Por una parte por lo que significa la independencia, el ya no vivir en casa de mi padre y tener mi propia autonomía, para lo bueno y para lo malo, y por otra, está la sensación de abandonar un sitio en el que has estado mucho tiempo.
Mi anterior cambio de domicilio fue hace nada menos que 15 años ininterrumpidos (consecuencia de haber estudiado la carrera en una universidad que estaba a 15 minutos de casa y no haber estudiado ni trabajado nunca lejos), y es una sensación muy extraña saber que esa casa ya no es mi casa, que mi habitación ya no será más mi habitación, y lo raro que se me hacía ver el que hasta ayer era mi cuarto, tan vacío.
Sé que en un par de días ya me habré hecho a la nueva casa, como me hice en su día, aunque me costara, a la que ahora acabo de dejar, y que al estar a 10 minutos la una de la otra, el cambio no es tan brusco como si me cambiara de ciudad o de barrio, pero las sensaciones ahí están, y sobre todo el vértigo que supone el hecho de haber dado un paso tan importante en la vida como es el haberme ido de casa, cerrando un capítulo y abriendo otro.
Curiosamente, me he independizado el mismo día que Kosovo.
Ahora un cúmulo de sensaciones extrañas me invaden. Por una parte por lo que significa la independencia, el ya no vivir en casa de mi padre y tener mi propia autonomía, para lo bueno y para lo malo, y por otra, está la sensación de abandonar un sitio en el que has estado mucho tiempo.
Mi anterior cambio de domicilio fue hace nada menos que 15 años ininterrumpidos (consecuencia de haber estudiado la carrera en una universidad que estaba a 15 minutos de casa y no haber estudiado ni trabajado nunca lejos), y es una sensación muy extraña saber que esa casa ya no es mi casa, que mi habitación ya no será más mi habitación, y lo raro que se me hacía ver el que hasta ayer era mi cuarto, tan vacío.
Sé que en un par de días ya me habré hecho a la nueva casa, como me hice en su día, aunque me costara, a la que ahora acabo de dejar, y que al estar a 10 minutos la una de la otra, el cambio no es tan brusco como si me cambiara de ciudad o de barrio, pero las sensaciones ahí están, y sobre todo el vértigo que supone el hecho de haber dado un paso tan importante en la vida como es el haberme ido de casa, cerrando un capítulo y abriendo otro.
Curiosamente, me he independizado el mismo día que Kosovo.
4 comentarios:
Bueno
pero la boda para cuándo?
a todos nos llega ese momento, y no sé si lo que más me va a fastidiar es que mi madre llene mi cuarto de cosas absurdas... En fins, al menos tendré espacio para todo :-)
Sí, mi padre ya me está preguntando cuándo termino de vaciar mi cuarto para llenarlo de cosas.
Bueno pues ya que estás allí, a ver cuando nos obsequias con un reportaje fotográfico de tu nueva choza.
Enhorabuena y mucha suerte.
Siempre he querido "ordenar" tu cuarto. La cantidad de polvo que hay en tus "cosas" según datación del carbono 14 es de más de 10 años, esa es una de las razones de peso, nunca has permitodo entrar en tu feudo para asearlo. Te he dicho más de una vez que si viene Sanidad "precinta" tu habitación. Ah, y esta casa sigue siendo tu casa y tu habitación tu habi- tación. Para mi siempre lo será aunque te hayas ido.
P.D. Se pasa muy mal solo.
Tu papi.-
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