jueves, 30 de septiembre de 2010

Adele y el misterio de la momia

Amelie Jones

Como dice el pie de foto, esta película, una fumada de Luc Besson, recupera el género de aventura-comedia, con antiguos misterios, momias, pirámides e incluso dinosaurios, protagonizada aquí por Adele, una intrépida escritora-aventurera que se enfrenta a mil peligros para encontrar y revivir a la momia que le permita revivir a su querida hermana, pasando por todo tipo de peripecias y relacionándose con personajes y situaciones de lo más psicodélico.

Pues ante todo Adele y el misterio de la momia es una comedia, con un humor delirante y colorido, muy francés, que llega a unos niveles de surrealismo que llega a arrancar en más de una ocasión la carcajada. El estilo de narración es muy dinámico y ameno, recordando en no pocas ocasiones a Amelie y destaca sobre todo por los cambios de escena, que encajan como piezas de un puzle.

Hay una cosa que no tiene, eso sí, que es realismo y verosimilitud, ya que el argumento se cae por su propio peso a nada que uno opte por aplicar un poco de espíritu crítico. Pero desde el principio nos deja claro que esta historia se juega en modo fácil, y que es imprescindible una complicidad espectador-película y perdonarle según qué cosas para seguir adelante. Creanme, que si me pongo a sacar defectos a la cinta tengo para varios párrafos.

Pero esta película no necesita personajes creíbles, no necesita escenas calculadas. No, esta película lo que pide a gritos son personajes grotescos, caricaturas de celuloide que exageren una película casi paródica pero enormemente divertida. Un cuento pulp al viejo estilo, salvo porque aquí el héroe no salva a la chica. Aquí el héroe es la chica.

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