martes, 21 de septiembre de 2010

Resident Evil: Ultratumba

El Orfanato 2, menos exitosa que la primera.

Debo comenzar diciendo que si después de haber visto Resident Evil Extinción, voy por voluntad propia a ver la 4ª parte, me merezco lo que me pase. Pero es que uno en su candidez piensa que no, que no puede ser tan mala, que algo aprovechable tiene que tener, y se encuentra con horror que la 4ª no es que sea tan mala como la 3ª. Es que es peor.

La película es mala con avaricia, ý el parecido con el juego se resume a una película de acción genérica con guiños incrustados, con calzador, al Resident Evil 5, y que querdan, claro está, como el culo, y solo entendible por quienes hayan jugado a ese juego. Pero es que hay cosas que pueden tener sentido en RE5, que se desarrolla en África y no en RE:U, que se desarrolla en San Francisco.

Además de eso, algunas escenas de acción, pese a su factor fantasmada, se hacen soporíferas (uso y abuso del bullet time), pero lo más horroroso es la parte que corresponde a los actores. Una pésima selección para los hermanos Redfield, cuyo parecido con sus respectivos actores es nulo, por no hablar de las magistrales actuaciones, que me hacen preguntarme si una banqueta sordomuda es mejor actriz que Ali Larter y Mila Jovovich. Y mención especial al actor que hace de Wesker, pues tiene mérito interpretar a un personaje de por sí inexpresivo y hacerlo mal.

Ahora vamos a la parte de los spoilers.

Todo comienza con una escena en Tokio, en la base subterránea de Umbrella, que es toda una declaración de intenciones, en una escena bastante ridícula, donde uno no sabe si está viendo Resident Evil o Ultravioleta, cuando Alice se cuela en la base y empieza a asesinar gente porque sí, y luego se descubre que es el ejército de Alices, que está matando a troche y moche. Hasta que Wesker se aburre y con una bomba de varios megatones mata a todas las Alices menos una, que se cuela en su avión. Hay una pelea y se estampan contra el suelo.

Escena 100% innecesaria.

Luego nos vamos a Alaska, donde Alice está buscando Arcadia, el lugar teóricamente libre de infectados, pero a quien se encuentra es a Claire, a quien Umbrella ha enchufado una especie de dispositivo de control. Pero se lo quita y se van juntas a San Francisco (qué bonito es el amor) y allí ven un grupo de supervivientes en la azotea de la prisión.

No pueden dejarles a su suerte, y aunque eso supone joder el avión y no poder rescatarlos, deciden jugársela y aterrizar en la azotea. Mejor 8 personas jodidas que 6. Además, en una película de zombis viene bien tener gente que muera antes que tú.

Entre el grupo de supervivientes está un irreconocible Chris Redfield (y digo irreconocible porque Wenworth Miller se le parece lo que un huevo se parece a una chancleta) que está encerrado en la celda de máxima seguridad. Él dice que era una especie de policía, al que los presos encerraron cuando saltó la crisis, pero no le creen, pese a que él dice conocer una salida.

Por suerte para él, cuando llega Alice (y un par de zombis que, a juzgar por sus planes, tienen estudios superiores) deciden hacerle caso, y revela la localización de una tanqueta y un arsenal.

A la tanqueta van 3, y como no funciona, el malo le pega un tiro al mecánico para irse en el avión él solito con el chino tembleques.

Mientras tanto, una galería inundada en la que se tiran como 7-8 minutos sin respirar lleva a los demás al arsenal, donde les emboscan unos zombis nadadores. Pero aunque pierden a la chica mona (snif) llegan al depósito de armas, donde hay como para dotar de material a todo el ejército ruso. Y como las galerías son peligrosas, deciden para volver... abrir la puerta y llegar tranquilamente a la azotea, donde están los demás. Claro, entrar desde el principio por la puerta habría sido absurdo.

En ese momento, ven que el malo se escapa él solo en la avioneta, y la horda de zombis, gracias al verdugo africano del hacha (Majini en San Francisco, manda cojones) se cuela, con lo que Alice decide quedarse sola con los px y manda a los demás en el ascensor. Eh, que el ascensor no funciona. No importa. Una bomba en la caja de cables y ya verás cómo sí que baja. Lo triste es que así lo hacen.

Alice se dedica a matar a unos cuántos zombis y luego hace un poco de rappel, mientras los zombis se dedican a jugar al Lemmings. Luego un poco más de tiros, un par de bajas más, y ale, al barco "Arcadia", que está atracado en la bahía.

El barco parece desierto (pero limpito) y ven con angustia que es de Umbrella. Pero allí se encuentran a los supervivientes que habían sido secuestrados en Alaska, todos con su cacharrito de control.

Y cuando los están liberando, oh sorpresa, aparece Wesker, con quien tienen una pelea bastante videojueguil, pero como es un tipo duro, aunque parece que le han matado consigue fugarse, pero su plan de dejar una bomba en el barco e irse sale mal, ya que le meten la bomba en el avión. Eso sí, le da tiempo a saltar en paracaídas.

Para rematar, cuando todo parece en calma, una horda de helicópteros de Umbrella comienza a dirigirse hacia el barco. ¿Pero aún queda tanta gente viva en el mundo? Y tras los créditos descubrimos que están comandados por la versión mala de Jill Valentine (ésta sí da el pego)

Fin.

Lo peor de todo es que ese final tan abierto deja claras las intenciones de la productora de perpetrar una quinta película, y que conociéndome, seguro que acabo yendo al cine a verla.

2 comentarios:

Aratz dijo...

Esto es masoquismo puro y duro. Ojito que te veo en un futuro cercano vestido de cuero y latex y siendo humillado por una dominatrix con mascara de gas. Uuuum tampoco es mala idea....

Con la 3 ya tuve suficiente, a mi no me vuelven a pillar.

José Luis dijo...

Esto sí que es masoquismo, sí señor.

Pero bueno, mirémoslo por el lado positivo: Nunca he visto ni jugado Residents Evils, pero leer esta crítica me ha resultado muy divertido. Ver este bodrio al menos te ha permitido hacer una crítica graciosa para tus lectores :)