domingo, 5 de junio de 2011

X-men: first class

Sensación de mutar

Una agradable sorpresa. No esperaba nada de esta película, que no tengo muy claro si contar como reboot o como precuela, y fui al cine sin excesiva fe en ella. Ya el cartel, con un peludo Charles Xavier y un Magneto sin canas me echaba bastante para atrás. Pero me animé a verla y la verdad es que salí entusiasmado.

La película, que cuenta la génesis de Xavier y Magneto, cómo se conocieron y como se convirtieron en amigos y luego enemigos, me resultó sorprendentemente fiel al cómic, y las licencias que se toma me parecieron bastante justificadas. Bueno, hay alguna que me pareció gratuita, pero es perdonable.

Además la película tiene una cosa a su favor, que toda película de este género debería tener: es francamente divertida, y no llega a decaer en ningún momento. Los personajes tienen todos, en mayor o menor medida carisma, y la historia, aunque es un accesorio, no está mal. Y por esto me refiero a la trama de la guerra fría y tal. Porque la película no va de eso, la película va de contarnos el origen del Profesor X y su archirrival.

Me encantó, pese a que era el que a priori más me rechinaba, James McAvoy en el papel de Xavier, y en cambio no me gustó nada Michael Fassbender como Magneto. No es que lo haga mal, pero no me pega, y era tal vez demasiado soso. Además, así como lo del pelo de Xavier lo solventan maravillosamente, tal vez el pelo canoso de Magneto es un detalle que deberían haber cuidado (que no es que tenga el pelo blanco por ser un anciano, que cuando sale de Auschwitz ya era así, al menos en lo que yo leí) No me daba la sensación en muchas partes de la película de estar viendo al futuro Magneto sino a una especie de Luke Perry con superpoderes. A ver, no es desastroso, pero algo tenía que ser lo que menos me gustara de la película, y ese algo es Magneto.

Como muchas veces, suele pasar que la sensación que nos produce una película es inversamente proporcional a las expectativas que nos formamos antes de verla. En este caso yo me esperaba un pestiño mediocre que se pasaría los cómics por el forro, y me encontré con un peliculón del 15.

Otra cosa que me encantó fueron los múltiples cameos y guiños que hace, tanto a las otras películas de los X-men como al propio universo Marvel, pero que afortunadamente no son tan importantes como para impedir que alguien que no haya leído nada de la Patrulla pueda disfrutar de esta más que recomendable película.

¡Y encima salen nazis!

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