Es algo generalmente aceptado por expertos en zombis, que estos continuarán pudriéndose, incluso aunque se paseen por las calles. Lo que las películas olvidan, sin embargo, es el extrañamente gracioso (aunque horrible) efecto que el sol tiene en un cuerpo putreacto.
La primera preocupación es la podredumbre. Gracias a la plétora de bacterias que usamos en nuestro colon para digerir alimentos, llamadas "flora intestinal", nuestros cuerpos entran en rápida decadencia en el instante en que nuestro corazón se para. Dado que el calor incrementa el crecimiento de estas bacterias (que estarán felices por pegarse un festín de ti en cuanto tu sistema inmunológico deje de ser una preocupación) el zombi tendrá una inminente fecha de caducidad.
La primera preocupación es la podredumbre. Gracias a la plétora de bacterias que usamos en nuestro colon para digerir alimentos, llamadas "flora intestinal", nuestros cuerpos entran en rápida decadencia en el instante en que nuestro corazón se para. Dado que el calor incrementa el crecimiento de estas bacterias (que estarán felices por pegarse un festín de ti en cuanto tu sistema inmunológico deje de ser una preocupación) el zombi tendrá una inminente fecha de caducidad.
Los cuerpos muertos se hinchan a causa de los gases creados por las bacterias, lo que significa que en zonas calurosas incluso los zombis de Abercrombie empezarían a engordar en los primeros días. Después de unas semanas de esto, un asqueroso ejército de zombis hinchados empezaría a hacer algo que es a la vez lo más asombroso y alarmante: empezarían a explotar. (¡PRECAUCIÓN, fotos!) Las condiciones húmedas y cálidas en las zonas tropicales y subtropicales del mundo (o simplemente el verano en las partes cálidas) aceleran esta circunstancia, lo que significa que que un estallido zombi en julio (Nota del traductor: Ya, ¿y el hemisferio Sur?), en casi cualquier sitio, acabaría en pocas semanas en virtud de unos monstruos arrasadores reventando como balones de carne rancia.
En el otro extremo del espectro del calor está el calor seco. Si estás en Phoenix o en el Sáhara cuando estalle el apocalipsis, los zombis podrían empezar a momificarse con el calor y el sol abrasador. Mientras que los síntomas normales no son un problema para los zombis, está el problema de la desecación. Sin métodos viables para reabastecer el agua de sus células, los zombis deambulando bajo el calor de Texas durante todo el día sufrirían daño celular debido a la exposición directa de su piel al sol, y gracias al efecto secador que tiene el viento, los muertos del Suroeste estarán por ahí dando cada vez más tumbos tumbos, hasta simplemente caer y esperar a que los carroñeros vengan a ponerse las botas en su cosecha anual de carne.
Así que mejor deberían esperar a que el estallido ocurra durante el invierno, verdad. Bueno...
Número 1 de 7
Número 3 de 7
En el otro extremo del espectro del calor está el calor seco. Si estás en Phoenix o en el Sáhara cuando estalle el apocalipsis, los zombis podrían empezar a momificarse con el calor y el sol abrasador. Mientras que los síntomas normales no son un problema para los zombis, está el problema de la desecación. Sin métodos viables para reabastecer el agua de sus células, los zombis deambulando bajo el calor de Texas durante todo el día sufrirían daño celular debido a la exposición directa de su piel al sol, y gracias al efecto secador que tiene el viento, los muertos del Suroeste estarán por ahí dando cada vez más tumbos tumbos, hasta simplemente caer y esperar a que los carroñeros vengan a ponerse las botas en su cosecha anual de carne.
Así que mejor deberían esperar a que el estallido ocurra durante el invierno, verdad. Bueno...
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