El título del día de hoy.
Cuando se empieza con una tarea nueva, hay una primera vez para todo, y nos vamos encontrando con las primeras dificultades. En el caso de mis nuevos quehaceres los problemas no vienen de la parte de la grabación, sino de lo que vienen siendo las citas. Sobre el papel es fácil, llamar, concertar la cita y ya está. Y uno prevé que a veces pasará que no sea posible.
Además, tengo un talento especial para que siempre que empiezo con algo nuevo, el primero siempre es el más complicado. No, no es solo porque al no saber hacerlo sea difícil, es porque si tengo una pila de pongamos 20 expedientes, de los que 19 son normales y corrientes y uno tiene alguna cosa rara, siempre el primero será el complicado. Está bien, porque así uno se va curtiendo con las dificultades.
Y esto es lo que pasa con las citas, donde a la primera, zasca, persona ilocalizable. Me pongo el viernes en contacto con el centro que nos lo deriva y les mando la cita. Hoy, correo de que no le han podido localizar. Y claro, el hueco no puede quedar vacío, así que toca buscar sustitutos. Y esto no es fácil, ya que no llamamos directamente al usuario, sino al centro que nos lo deriva, quien tiene que intentar localizarlo. Pues si a la primera no hubo suerte, a la segunda tampoco. Consigo que me digan que sí, para un par de horas después me manden un correo diciendo que esa segunda persona tiene mañana cita con Lanbide, y que le sería imposible. La mañana va avanzando, y hay que llenar el hueco. Llamo a un tercero. Agua. Ha estado ahí, pero hasta mañana ya no se pasa, por lo que no se le puede citar a las 9.
Llamo por un cuarto, y me responden, lógicamente, que con tan poca antelación les es imposible.
Está claro, nadie quiere la cita de mañana. Pero no desfallezco y sigo intentándolo. Por mis cojones que lleno el hueco de mañana. Así que probamos suerte con un quinto candidato. Tras unas cuántas pesquisas y llamar a un sitio y otro, a última hora de la mañana logro que me confirmen que han dejado en casa del usaurio el recado de que tiene cita mañana a las 9. Ahora nos queda la duda:
¿Vendrá, no vendrá?
Está claro, nadie quiere la cita de mañana. Pero no desfallezco y sigo intentándolo. Por mis cojones que lleno el hueco de mañana. Así que probamos suerte con un quinto candidato. Tras unas cuántas pesquisas y llamar a un sitio y otro, a última hora de la mañana logro que me confirmen que han dejado en casa del usaurio el recado de que tiene cita mañana a las 9. Ahora nos queda la duda:
¿Vendrá, no vendrá?
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