jueves, 13 de junio de 2013

Respinning

El charco es de sudor. 

Lo malo del horario de verano es que ahora tengo un poco más de tiempo libre, ya que además pronto acabaré las clases de alemán y teatro. Y como además se acerca lo que conocemos como la "operación bikini", uno aspira a reducir un poco el volumen barriguil. Y lo malo, como decía, de tener tiempo libre es que uno sufre la estúpida tentación de ir más veces al gimnasio.

Y mira que cada vez que voy juro no volver, pero siempre acabo recayendo. Y hoy ha sido top de recaídas, ya que andaba un poco aburrido por casa y me ha dado por mirar los cajones (¡mal!), y en uno de ellos me he encontrado el culotte de spinning (no podía haberme encontrado un traje de sadomaso, no), con lo que he tenido la feliz idea de probar de nuevo el spinning, técnica autolesiva que llevaba sin probar fácilmente tres años.

El resultado, mucho sudar, gran cansancio, y unos nada bonitos muñones de la rodilla para abajo, siendo literal que al bajar de la bicicleta me costaba andar (y no porque me hubiera atado una zapatilla a la otra).

Y lo peor es que encima cobran por ir.

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