jueves, 9 de enero de 2014

Frozen: el reino de hielo

Personajes del cuento.

Disney es un reclamo poderoso para una película de animación, lo que supone que el listón siempre empieza, de partida, bastante alto (a pesar de que haya tenido sus batacazos), y Frozen pasa el corte, holgadamente.

Un bonito cuento, con personajes simpáticos, final feliz y muchas canciones (demasiadas para mi gusto, y lo que es peor, sin ninguna canción memorable), en una película que es sobre todo para chicas, pero que gustará a todos los públicos. 

Frozen cuenta la historia de dos hermanas, Elsa y Ana, la primera de las cuales tiene el poder de crear y controlar el hielo, pero un accidente la obliga a permanecer aislada hasta acabar encerrada en su propio castillo de nieve. Pero el amor entre hermanas será la poderosa fuerza que consiga hacer que el bien triunfe.

Se nota, y también se agradece que Disney avance con los tiempos y que no solo deje atrás ciertos clichés, (aquí las princesas dejan de ser esos seres de paja que se limitan a esperar a que el príncipe las salve, pero sin caer en el extremo contrario, del príncipe que se limita a ser idiota), sino que se ríe de otros, como el de la chica que cree haber encontrado el amor verdadero y se compromete al chico después de haber pasado una noche juntos (benditas alegorías musicales que uno de niño no entiende).

Visualmente la película es muy bonita, con escenas espectaculares, pero esto no es que sorprenda mucho en una superproducción de Disney. Más flojo es el apartado musical, que parece limitarse a agolpar canciones sin venir a cuento, algunas de ellas llegando a romper la escena por completo.

También da la impresión, sobre todo durante el primer tercio de la película, de ser más sosa, y sobre todo hace temer al fallo de "van a dedicar demasiado tiempo al planteamiento, y a resolver el nudo con prisas", pero por suerte no es así, y la historia fluye bastante bien. 

En cuanto a los personajes, la princesa Ana recuerda bastante a Rapunzel (una adolescente alocada, como es normal que lo sea una chica de su edad), y es especialmente simpático Sven, el reno-perro de Kristof (que resulta especialmente cuco cuando es un cachorrillo). En cuanto a Olaf, el muñeco de nieve, se agradece que no tenga excesivo peso en la trama, pues es el tipo de personaje "gracioso-bobo" que podría llegar a cansar de chupar demasiado protagonismo.

En cuanto al antes y después de la película, muy simpático y original el corto en 2,5D de Mickey Mouse, y naturalmente, hay escena después de los créditos, pero en contra de lo que habría sido de esperar, no consiste en Charles Xavier o Nick Furia reclutando a Elsa (porque, seamos honestos, la historia de Elsa podía haber sido un X-Men origins en toda regla)

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