miércoles, 8 de enero de 2014

El único superviviente

Marines buenos, marines majos...

A pesar de las grandilocuentes frases que adornan el cartel, "El único superviviente" no resulta una gran película. Es cierto que cuenta con escenas intensas y de muy buena factura, pero también es verdad que sufre muchos altibajos y que sobre todo emana un tufillo patriótico-propagandístico, especialmente en los créditos finales, que hacen ganas de ir a buscar un cubo.

Basada en hechos reales, el escenario es Afganistán. Los EEUU post-11S necesitaban un país malvado que invadir, y fue el Afganistán de los malvados talibanes (al menos se molesta en aclarar que no todos los afganos son seres sedientos de sangre, burka y kalashnikov) y los protagonistas un grupo de marines que tienen que cazar al Bin Laden de turno, y una misión aparentemente sencilla se acaba convirtiendo en una trampa mortal y un avispero de balas, en una historia de superación, supervivencia, camaradería, barras y estrellas.

Es una película bastante agradecida en lo visual, sobre todo por los bellos paisajes (y para parte del público, por algunos actores, claro), pero muy irregular, y así como tiene escenas excelentes, como la decisión a tomar con los prisioneros, no termina de enganchar, y a ratos se hace larga, y tampoco consigue (al menos a mí me pasó) que el espectador conecte con los personajes, y algunos de ellos no se sabe muy bien qué pintan en la historia.

Pero lo peor de todo, como ya he comentado, ese tufillo propagandístico de marines buenos y guapos sacrificándose por salvar al mundo, acompañado de la música sensiblera hablando de heroísmo con fotos de marines abrazados a su perro.

Pasable, sin más.

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