El equipo titular con algunos de los fichajes.
La misma mierda que la primera pero más de todo y mejor. Es decir, lo que tenía que ser. Joss Whedon ha encontrado la fórmula del éxito y aquí la vuelve a utilizar, dejando en su sitio las piezas que funcionan y creando un producto divertidísimo que es además fiel al espíritu de los tebeos de superhéroes, añadiendo otra pieza más al puzzle audiovisual que forman las películas y series (Daredevil, Agents of S.H.I.E.L.D.), muy en la línea de las historietas que aludían unas a otras.
Una película coral en la que todos los personajes tienen sus momentos de gloria y espacio para las escenas climáticas (empezando con un espectacular in media res) o las de esparcimiento, con momentos tan tarantinianos como el debate sobre si el martillo de Thor podría subir él solo en un ascensor. Y ese tipo de escenas conviene no olvidar que son las que dan la grandeza a la película. A eso le sumamos un malo que mola (Ultrón tiene verdaderos momentos en los que parece Bender) y nuevas adhesiones, destacando a la Visión, que es visualmente clavado al del cómic y tenemos una nueva sesión palomitera de esta mega serie de la que la Era de Ultrón no es más que otro capítulo.
Un montón de alusiones al universo de las películas y los cómics, pero a la vez explicando las necesarias para enterarse de qué va la fiesta y sobre todo muy interesante cómo poco a poco van sentando las bases de la Civil War.
Un acierto, y una alegría saber que atrás quedaron los tiempos en los que "película de tebeo de superhéroes" era sinónimo inequívoco de bodrio cinematográfico.
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