jueves, 19 de noviembre de 2015

Reflexiones de barra de bar

Sin perjuicio de admitir que mentiría si dijera que no me asustan.

Evidentemente no tengo la solución para combatir al Daesh, pues si la tuviera no estaría aquí sino en un prestigioso organismo de seguridad internacional. Pero sí que creo que parte de la solución pasa por darle donde duele. 

Y por darle donde duele no me refiero a alimentar su ansia de guerra, sino a darle donde duele de verdad: atacando a su financiación y a su aparato propagandístico. La financiación es un tema complejo, ya que requiere que muchos actores de la escena renuncien a los beneficios que les da tratar con ellos. Para que se les deje de comprar petroleo alguien tiene que renunciar al beneficio que le da comprar su petroleo, y para que se les deje de vender armas, alguien tiene que renunciar al beneficio de venderles armas. Diabólica solución, pero pasa necesariamente por ahí. 

El otro elemento es derribar su nombre. Hay que despojarles de toda legitimidad de la que intentan arrogarse y tratarlos como lo que son: una organización criminal. NO SON UNA NACIÓN, NO SON UN ESTADO y no representan a nadie más que a sí mismos. El Daesh no es un invitado a la mesa internacional que deba jugar en igualdad de condiciones, no. No son ningún califato y esto no es una guerra, es una lucha contra el crimen organizado, que es lo que son: PUTOS DELINCUENTES. Armados y peligrosos, claro, pero delincuentes. Lo del viernes no es un acto de guerra, es un acto de terrorismo, y el matiz es importante, porque insisto en que llamarlo "guerra" es darle una categoría que ni tiene ni merece.

Hay que enseñarles que a esto se juega con nuestras normas, y no con las suyas. Dejar de llamar "ley" a la llamada shariah, porque lo que hace esa gente no es ley, ni merece que semánticamente se le dé ese rango. Puede parecer absurdo, pero a veces el poder de las palabras es importante. Es importante dejar claro lo que realmente son, y es importante que como sociedad interioricemos esa idea. Porque interiorizar la idea es uno de los elementos para combatir ese "romanticismo" que cala en tantos y tantos chavales sin nada que perder, que se embarcan en esa loca "cruzada". No, que los vean como lo que son: una manada de ratas peligrosas que no se merecen que cambiemos las reglas del juego por ello. 

Que nadie vea blandura en este mensaje. Es todo lo contrario, yo pido firmeza. Firmeza en los valores contra los que combaten, firmeza en mantener nuestras reglas, no las suyas. Me gustaría pensar que se detendrá a los causantes de tanto mal y se les juzgará, no como guerreros, sino como lo que son: delincuentes peligrosos. 

El Daesh no es el ejército de un país, insisto. Es una banda terrorista, y debemos combatirles con todo el rigor de nuestras armas. Y no estoy hablando de batukadas o pancartas, no soy tan idiota como para pensar que no se deba usar la fuerza contra ellos (que no contra sus vecinos, dicho sea de paso). Pero sí de que tenemos que tener las cosas claras y dejarles las cosas claras. 

Donde sí sería ingenuo, en cambio, sería si pensara que no hay gente interesada en que realmente sí cambiemos nuestras reglas del juego por ellos, claro.

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