Inolvidable tripulación de la Serenity.
Más vale tarde que nunca, y es que hasta hace unos días, aunque llevaba muchísimo tiempo en mi lista de pendientes, no me había puesto a ver esta serie, justificadamente de culto, a pesar de que todos los indicios señalaban a que me iba a gustar.
Y así ha sido, este western espacial (no cabe catalogarlo de otra manera) me ha entusiasmado, con sus personajes llenos de carisma (y la imposibilidad de no enamorarse de Kaylee), sus capítulos repletos de aventuras, humor y acción, y sus diálogos geniales, tanto que da mucha rabia pensar que la serie murió antes de tiempo, siendo inexplicablemente cancelada al acabar la primera temporada y dejando muchísimas cosas en el aire, que trataron de explicar (me suena que sin demasiado éxito) en la película Serenity, donde intentaron meter en dos horas la historia que fue pensada para 6-7 temporadas.
Una verdadera pena pensar en lo que pudo haber sido y no fue, pero un placer haber compartido un breve pero intenso viaje bajo las órdenes del capitán Malcolm Reynolds. Las críticas que ponían esta serie por las nubes están plenamente justificadas, y o dejo de preguntarme cómo no la he visto antes, mientras me consume la rabia de pensar que murió antes de tiempo.
Ahora, la clásica foto de familia que acompaña a algunas series:
Kaylee, Simon, River, Book, Wash, Zoe, Mal, Inara y Jayne.
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