domingo, 24 de junio de 2018

Finde con boda en Madrid

Nada eclipsará el hecho de que en un Starbucks escribieran bien mi nombre.

El título ya da una posta de dónde he estado este fin de semana y qué he estado haciendo. Ahora viene la parte de contar cómo ha sido.

El sábado por la mañana tocó levantarse pronto para coger el coche de alquiler, y tras unos impedimentos iniciales (era automático y no estoy acostumbrado) nos pusimos en ruta para ir a Vitoria, donde había que recoger a una pasajera. Y de ahí a Madrid.

El Vitoria-Madrid, dado que no estoy acostumbrado a conducir y soy poco aficionado al acelerador, se hizo algo más largo de lo habitual, pero por fin llegamos, a tiempo para devolver el coche, acreditarnos en el hotel, ducharnos, cambiarnos y tirar hacia la boda. Llegamos con la ceremonia empezada, pero estaban sobre aviso.

De ahí, autobús que nos llevaría al convite, y de ahí a la cena. Nos toca compartir mesa con desconocidos, pero dado nuestro talento natural, antes de acabar la noche ya eran nuestros nuevos mejores amigos, y lo acabamos pasando de maravilla.

Me extendería más, pero entre que llegamos a las mil al hotel y no dormimos nada, el cansancio me vuelve vago. 

Seguimos con el domingo, en plan telegráfico, en el que aprovechamos para quedar a tomar el almuerzo con unos conocidos y a las 15:00 el autobús, un cómodo Premium, en el que vengo medio dormido hasta Bilbao. 

Luego, aprovechando el calor, pero más llevadero que el de Madrid, al parque a hacer la fotsíntesis hasta que ha sido la hora de volver a casa.

Lo sé, hoy no he estado muy inspirado con la entrada.

No hay comentarios: