Missy, Andrew, Nick, Jessi y Jay.
Llega un momento en el que la infancia se queda atrás y el cuerpo comienza a experimentar cambios, acompañados de alteraciones en el comportamiento: la temida pubertad, en la que las hormonas empiezan a desbaratarlo todo. Y sobre ese momento nos quiere hablar Nick Kroll, en esta serie de humor adulto que es, por lo que dice, un guiño a su propia adolescencia.
Big Mouth es una serie muy divertida, pero con un estilo muy peculiar, pues combina momentos verdaderamente emotivos y sobre todo entrañables con reflexiones verdaderamente inteligentes... y soeces chistes de caca de caca (a veces literal), pero me quedo con las cosas buenas, que son muchas. Me hacen especial gracia los personajes de los carismáticos monstruos de las hormonas, que de una forma francamente divertida explican muy bien ciertas cosas del tránsito de la infancia a la adolescencia, con momentos de quitarse el sombrero en los que no miento, la calidad es muy alta. Además, tiene personajes como Missy a los que es imposible no querer. Claro que luego tiene cosas como la historia de amor de Jay con su almohada, o el entrenador Steve que... en fin, el entrenador Steve.
Bien, la serie es, ¿cómo diría yo? Como si hubieran metido en una batidora cachos de Inside Out, The Good Place y South Park, a ver qué sale.
Pues lo que sale es Big Mouth, y he de decir que me ha gustado mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario