martes, 6 de noviembre de 2018

Slay the Spire

El Blindado se dispone a matar.

Hay juegos que no tienen gran cosa pero enganchan de mala manera, y es el caso de Slay the Spire, un juego roguelike (juegos en los que el mapeado no es fijo, sino que se va generando a cada nueva partida) de construcción de barajas, que consigue con gran simpleza causar una gran adicción.

Nos pone en la piel de uno de los tres héroes; el Blindado, un guerrero que aguanta mucho daño y da hostias como panes; la Silenciosa, una maga con poderosos conjuros y combinaciones de cartas muy potentes y el Defectuoso, un autómata que gana su poder gracias a las esferas que le acompañan.

La mecánica es simple: vamos avanzando por una torre y en cada uno de los pisos hay un tesoro, un enemigo o un reto aleatorio. Los combates es cuando tenemos que poner las cartas en juego, y en cada turno tenemos 3 puntos de energía para usar cartas de ataque, defensa o habilidad especial, mientras que vemos la acción que va a realizar el enemigo (es horrible saber que te va a dar la hostia del siglo y no tener cartas defensivas).

Ejemplo de batalla.

A medida que vayamos avanzando, iremos consiguiendo cartas para mejorar el mazo (o mejorando las que ya tenemos) y artefactos que nos darán capacidades especiales, así como dinero para gastar en la tienda. Pero cuidado, pues entre pelea y pelea no se recupera la vida salvo en salas especiales y podemos encontrarnos con que después de una épica victoria ya no tenemos nada que hacer ni contra el enemigo más débil. Estos, por cierto, pueden ser normales o de elite, con una gran diferencia entre unos y otros, tanto en peligrosidad como en recompensa. Y es verdad que muchas veces podemos eludir a los bichos gordos, pero a costa de no obtener las reliquias que más adelante nos permitan enfrentarnos a...

Los jefes de final de fase. Hay tres fases, y al final de cada una de ellas nos vendrá un jefe, a veces MUY difícil, pero también con gran recompensa. La cosa buena es que aquí ya podemos ir a degüello, pues son los únicos monstruos que nos recuperan toda la vida al matarlos. 

Elige qué quieres que te mate.

El juego se desarrolla a través de tres fases, y cuando matamos al tercer jefe pasamos a la secuencia final, con un final un tanto brusco. Así, sin florituras, y sabiendo que el pedazo de combo que hemos montado para llegar hasta ahí se perderá como lágrimas en la lluvia. Pero entonces solo queremos empezar otra partida nueva, para seguir matando y desbloqueando cosas.

Una cosa que tiene es que está todavía en desarrollo, con lo que puede que vayan sacando nuevos personajes, objetos y enemigos, así como modos de juego a sumar a los que hay ahora: modo "historia"; modo reto, en el que juegas con una combinación de reglas y poderes predefinidos y modo libre, donde te montas tu propia partida y a jugar.

Slay the Spire es un juego realmente simple, con una curva de aprendizaje muy rápida y un factor vicio extremadamente poderoso. Lo empiezas, y para cuando te quieres dar cuenta ya llevas dos horas... venga, otro combate más, click.

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