domingo, 15 de noviembre de 2020

Otro fin de semana sin bares

Casaiñigo no es un lugar.

Este fin de semana ha sido un poco más largo, que el viernes no trabajé, y empieza el jueves de madrugada, con una broma del karma, que decide responder a la entrada en la que hablaba de vecinos ruidosos con unos anormales montando una fiesta en el patio a la 1, con gritos y música a tope. Por suerte esta vez sí tenía la llave y pude bajar a pedirles, de forma no del todo amable, que redujeran el volumen.

Lo de "por la mañana fui al gimnasio" me lo ahorro, que fue común a los tres días y me voy a la tarde. A falta de bares, unas cocacolas y un par de colegas, arreglando el mundo en la lonja, y para cenar, compramos algo de comida en el chino y damos buena cuenta de ello. Pero todo legal, a las 21:59 en casa.

El sábado por la mañana lo dicho, y por la tarde ciberkedada, por ser el cumpleaños del amigo Sappia. Más tarde un paseo por Olabeaga y ya en casa, me veo la película Diecisiete, que le tenía ganas.

El domingo, que no hace tan buen tiempo, la tarde es para jugar al RDR2, ver la clásica Merlín el encantador de Disney y dar un paseo cuando para de llover.

Eso ha sido este fin de semana.

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