jueves, 21 de agosto de 2025

Nadie 2

No perturbéis las vacaciones del hombre tranquilo.

Lo suelo decir muchas veces: me gustan las películas honestas. Que me den lo que prometen es algo que siempre le sube la nota, y la calidad cinematográfica pasa a un segundo plano. Porque vamos a ver, esto es de un superoperativo de superagencia gubernamental que se va de vacaciones a un sitio turístico y acaba metido de patas en problemas con la mafia local, que resulta que solo es la punta del iceberg de algo más gordo y termina, como la primera, en una de esas historias de un hombre contra un ejército, con sicarios muriendo de ocho en ocho.

¿Hace falta más? La primera me encantó y esta sigue la línea. Una fantasmada absoluta en la que las leyes de la física no se respetan ni se espera que lo hagan, con un protagonista más duro que el turrón congelado, que da y reparte palos a partes iguales, mientras mantiene su cara de "por favor, yo solo quiero disfrutar de unas vacaciones tranquilas con mi familia".

Denme más de esto, que es 100% mi mierda.

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