lunes, 8 de septiembre de 2008

Memorias de un ex-demandante de empleo. [III]

Que Santa Lucía nos conserve la vista... y nos prevenga de "trabajos" como este.

A lo largo de mi laboriosa búsqueda de un trabajo decente, rechacé muchas ofertas, algunas malas, otras simplemente insultantes, y entre ellas probablemente destaque ésta, que titularé...

Seguros Santa Lucía

Era agosto. Yo había empezado a preparar las oposiciones un mes antes, y quería un trabajo que compaginar con los estudios, para poder pagar la academia y tirar para adelante sin excesivos agobios, y no recuerdo muy bien por qué, si por despiste o medio en broma, me apunté por Infojobs a una oferta de la seguradora Seguros Santa Lucía.

Ni siquiera recordaba haberme apuntado. Pero en todo caso, recuerdo que estaba echando una siesta, cuando a las 4 de la tarde sonó el teléfono, emplazándome a una entrevista de trabajo. No recuerdo muy bien por qué, supongo que por estar todavía medio dormido, le dije que sí, aunque luego pensaba "¿para qué le habré dicho que sí, si no me interesa trabajar en seguros?

Estuve tentado de no ir a la entrevista, pero me parecía poco serio comprometerme y no ir, que a uno le gusta ser un chico cumplidor, así que fui, aunque entre mi escaso interés y el calor que hacía, fui cómodamente vestido de calle. Pasando de trajes.

Llegué al sitio de la entrevista, un tugurio bastante cutre y apartado, y allí me recibió el encargado, un tal Rubén creo, que más o menos me explicó de qué iba el asunto; un call center de telemarketing, para vender seguros por teléfono, con un sueldo de 200 euros (sí, pone doscientos) más comisiones durante el primer mes, que es de aprendizaje, y luego se cobra más. Le explico que bueno, que yo estoy preparando unas oposiciones, que no se ajusta perfectamente a lo que busco, e incluso le explico que había tenido malas experiencias con el mundo de los seguros, así que, dándole las gracias por todo me despido con un "bueno, buscaré otras cosas, y si finalmente me decanto por vuestra oferta, tranquilos que ya os llamo yo". Y salgo de ahí, dando por conclusa la historia.

Total, que al de una semana, y nuevamente perturbando mi sueño vespertino, o sea la siesta, me vuelven a llamar, y cuando descuelgo el teléfono es el tal Rubén, que me exclama un "¡enhorabuena, te llamo para comunicarte que has sido seleccionado, y que empiezas el curso la semana que viene!" (Seleccionado, ya, claro)

-Pues lo siento, pero no estoy interesado.
-¿Vaya, y eso?
-Pues mira, porque 200 euros me parecen una ridiculez, y además, como ya te dije en la entrevista, estoy estudiando unas oposiciones, y lo que busco son trabajos que pueda compaginar con ellas, y que me den dinero a corto plazo, me sale más a cuenta meterme a una obra o de camarero.
-Ya, bueno, pero piensa en las posibilidades de promoción, esto es un proyecto a futuro, puedes promocionar en la empresa...
-Esto, ¿qué parte no has entendido de "estoy opositando"? ¡No me interesa el largo plazo!
-Pero mira que es una oportunidad muy buena, y piensa en las comisiones, eso es un dinero.
-Que no, que no me interesa, de verdad que te agradezco, pero es que por 200 euros al mes es que no me muevo de mi casa.
-Hombre, si el problema es ese, tal vez podríamos hacer una cosa, podríamos saltarnos la fase de formación y pasar directamente a una segunda fase, en la que el fijo son 400 euros?
-¿Me estás regateando? ¡No me lo puedo creer! ¡Adiós, muy buenas!
-Pero piensa que...
-Ti, ti, ti... ti, ti, ti...

Lo cierto es que me quedé alucinado, pues era la primera vez que me rogaban que aceptara un trabajo, y lo de que anduvieran regateando era ya insólito. Supongo que les saldrá más a cuenta demandar pardillos que pagar sueldos decentes, y luego así funcionan algunos servicios de atención telefónica.

Lo más cachondo de la historia es que meses después me volvieron a llamar de Seguros Santa Lucía, que tenían mi Curriculumm, y en la que me preguntaban si quería hacer una entrevista de trabajo con ellos.

Donde ya me falla la memoria es en si el ataque de risa fue antes o después de colgar el teléfono.

1 comentario:

Kurace dijo...

Esto me hace que contaré un caso que era un tanto ridículo y menos mal que no quería, que si no...todo porque eran condiciones raras y lo raro...como que no lo miro.

Saludos.