Derrotado por la tecnología.
Va a tocar estar mucho rato en casa, y la actividad social se ve claramente afectada por la cuarentena. Por eso, y sobre todo porque la reunión de #omicron2020 de ayer se optó por hacerse online, ayer por la tarde fui a comprar una webcam, y de esa manera poder conversar por videoconferencia. También, aunque no soy muy fan de la fórmula, para poder jugar a rol, si la cosa se alarga, por este medio.
La parte buena es que lo que es la webcam funciona perfectamente, con una imagen razonablemente nítida y tal. La mala, que el sonido no tira ni para atrás, y solo envía un ruido, como de tele vieja sin sintonizar, lo que me forzó a desenchufarla en la reunión de ayer y tirar de teclado.
Antes he tenido la sesión remota con el servicio técnico, pero nada, así que tendré que explorar otras fórmulas si quiero videocomunicarme, como por ejemplo usar el teléfono móvil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario