Enjaulado, como cuando opositaba.
Con esto del confinamiento en casa se generan menos cosas para el blog, ya que la vida se ha vuelto un poco monótona y, lo que es peor, no hacer nada acaba dando mucha pereza. Pero tampoco quiero dejar que el blog pase hambre, y como tampoco quiero perder la noción del tiempo, me voy a la socorrida entrada de fin de semana.
El viernes me tocó ir físicamente a trabajar, pues según el cuadrante yo estaba de guardia. Registrar el correo, recoger las llamadas y por el camino cruzarme con mucha gente por la calle, demasiada. Luego la compra y a casa. Por la tarde tocaba partida de rol online (Wu Shing) y por la noche, creo que ver Defenders y jugar al NBA 2k20.
El sábado por la mañana, pintxopote virtual con gente de la lonja, arreglando el mundo por videoconferencia y por la tarde más rol, con la ruta del Oeste de la Tierra Media, FATE acelerado. Por la noche, en acto de masoquismo, me veo el primer episodio de Toy Boy.
Domingo, con la hora cambiada, día de domingo total, que me lo paso básicamente jugando a Borderlands 3. Entre medias, mucho paseo por el pasillo, para parecer que hago algo.
Y bueno, eso ha sido el fin de semana.
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