Pitufando expedientes.
Por desgracia el tema de moda, el coronavirus. Me gustaría saber ahora qué estaré pensando dentro de un año, de dos o de 5 cuando lea esto, porque la verdad es que ahora es fácil verlo con ojos catastrofistas. Y con tanta cancelación de eventos, no es para menos.
Lógicamente esto también nos afecta, aunque todavía no sé cómo, en el trabajo. Lo de trabajar desde casa, habida cuenta de que somos un registro, no parece del todo viable, y tampoco creo que lo vayan a cerrar, aunque sí me consta que en algunos registros, como Extranjería y Seguridad Social sí lo han hecho, pues los usuarios a los que no atienden vienen a nuestro registro. Y no mienten, pues en el caso de Extranjería me he acercado y era verdad.
En cuanto a nosotros, pues estamos a la espera. De momento lo que tenemos son guantes, botecitos de alcohol para limpiarnos las manos y una distancia de seguridad que de momento muchos usuarios no respetan (no por mala fe, sino porque más allá de alejar las sillas y recordarselo cada vez que las acercan, no podíamos hacer, al no haber ninguna barrera física que lo delimite). Y claro, es un sitio por el que pasa mucha gente, así que toca extremar precauciones. Sin embargo, parece que se nota el miedo, y es verdad que la afluencia ha bajado, aunque eso no impide que haya ratos punta en los que se junta más gente de la que debería.
Mañana, se supone, nos comunicarán nuevas medidas, y la verdad, a la velocidad a la que se están escalando los acontecimientos, uno ya no sabe ni qué pensar.
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